domingo, 30 de marzo de 2014


Producto 12

¿Definición y diseño de la utopía?


El diseño sólo tiene función social.
Si nos referimos a la función social en sentido amplio y al diseño en su realidad actual, esta práctica en todas sus manifestaciones tiene una indiscutible función social: todo lo que el diseño produce va dirigido a la sociedad e incide poderosamente sobre ella, para bien en unos casos y para mal en otros.

La palabra utopía significa lugar. Es decir la palabra utopía quiere decir, el no lugar, el lugar que no existe.
La utopía también puede admitir múltiples clasificaciones, y tenemos entonces las utopías políticas, económicas, científicas, tecnológicas, pedagógicas, educativas, religiosas, urbanas, sociales, familiares, etc.

Existen también los juegos imaginativos o fantasías que describen o proponen como debería de ser el mundo o la sociedad humana.

Los sueños, las utopías constituyen el verdadero motor de la historia, en cuanto se proponen la transformación de la sociedad humana para convertirla en una sociedad más justa.
Toda la enorme riqueza, todas las virtudes del espíritu humano, son obra de los soñadores, de los utópicos de todos los tiempos y lugares.

Las posibilidades de una vida mejor para los humanos, son ahora un poco diferentes a las de otros tiempos pasados.


Los sistemas de la comunicación humana han experimentado profundas transformaciones; desde la invención del lenguaje oral y escrito, pasando por la imprenta, los libros, las publicaciones periódicas, la radio, el cine, la televisión para llegar hasta internet. Ha ocurrido una gran revolución de la comunicación, pero no de la convivencia humana


más allá de las revoluciones definidas como tales: científica, tecnológica, industrial, cibernética, políticas, sexuales; la definición, diseño y construcción de una gran revolución de la convivencia humana, con la naturaleza, la vida, la vida humana y la conciencia


La tarea de definir, diseñar y construir esa gran revolución de la convivencia humana, significa la definición, diseño y construcción de un sistema de la convivencia humana donde el odio, el rencor, la envidia, las vanidades, los prejuicios, los caprichos y la injusticia, no dispongan de carta de naturalización.



HECHO POR AUGUSTO BOTELLO MENDEZ

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