jueves, 20 de marzo de 2014

PRODUCTO 2 ELVIRA SECEÑA BARRIENTOS

PRODUCTO: 2

LA INTERDISCIPLINA  DE LA EDUCACION AMBIENTAL EN EL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL.



 La tendencia a la globalidad y el reconocimiento de que muchos de los problemas contemporáneos son mundiales y no pueden ser resueltos mediante iniciativas de las personas o países individuales, es un asunto que  debe tener  interés desde diversas perspectivas: económicas, políticas, educativas, tecnológicas, etc. La educación ambiental no está al margen de esta situación.
La mayor parte de nosotros está de acuerdo que el cambio que estamos viviendo hoy día, no es un cambio económico, ni social, ni político, ni tecnológico, ni cultural; sino un poco de todo. Es decir, estamos inmersos en un cambio estructural de sociedad, donde todos sus estamentos (políticos, educativos, económicos, etc) están implicados.  

Mientras todos y cada uno de los ciudadanos que componemos este tejido social no nos demos cuenta de la necesidad de este cambio estructural socio-económico y de valores y, hagamos entre todos un esfuerzo de creatividad, de búsqueda de nuevas alternativas a nuestras necesidades, poco se va a conseguir. Pasarán años, hasta que este profundo cambio se asiente en nuestras sociedades. Años, donde unos ganarán (los que siempre se benefician de las crisis) y otros perderán (los de siempre) y la mayoría lo sufriremos en silencio o pataleando, pero quizá proponiendo pocas salidas. Todos somos responsables de nuestra situación y, echarle la culpa a otros, no es más que una forma de librarnos de nuestra propia responsabilidad.

Creatividad y globalidad son los dos términos, que a nuestro entender son la base de este incierto futuro que tenemos por delante. Creatividad para buscar nuevas, diferentes e imaginativas alternativas y; globalidad e interdisciplinariedad para solucionar cada multivariado problema desde diferentes ópticas y puntos de vista.
No nos damos cuenta que, las aulas no pueden ser un algo aparte de la marcha de la sociedad. A veces, nos parece que el sistema educativo va por un lado y las necesidades formativas de la sociedad por el otro. Antes era la escuela la innovadora, hoy es la sociedad la que va por delante los profesores-educadores necesitan también una formación en desarrollo de capacidades para la función que han elegido. Funciones que van mucho más allá de la "explicación de una asignatura" y sí en la línea de saber qué les puede aportar a los alumnos los distintos ámbitos del saber humano, para desarrollar su mente de una manera libre y autónoma, de manera que sean capaces de tomar decisiones y adaptarse a los distintas formas de vida que, a buen seguro les tocará experimentar, tanto a nivel personal como profesional. El sistema educativo obligatorio, tiene la obligación, de proporcionar a todos sus consumidores las bases que le permitan entender y ubicarse en la intrincada sociedad de este nuevo siglo, siendo la educación ambiental uno de los más importantes de cara a entender muchas de las problemáticas que tiene el planeta.

Para ello, el educador tiene que tomar consciencia de que cada alumno tiene su forma preferente de aprendizaje y deberá ofrecerle al educando la posibilidad de poder manifestarse a través de esas formas específicas y propias de asumir los aprendizajes.


El sistema educativo no puede inhibirse o quedarse al margen, sería cometer una injusticia con los niños y jóvenes de hoy, que serán los gobernantes del mañana. Pensar y actuar de manera creativa y global es uno de los retos del futuro. Para ello es necesario aprender, a través de progresivas incursiones en los problemas de la vida real, que siempre, queramos o no, requiere de algún tipo de planteamiento global-interdisciplinar.



PROFR. ELVIRA SECEÑA BARRIENTOS.

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