sábado, 5 de abril de 2014

PRODUCTO 7 ELVIRA SECEÑA BARRIENTOS


PRODUCTO 7


“PROPUESTA ESTÉTICA QUE UTILICE CUALQUIER ELEMENTO ARTÍSTICO O LITERARIO”


Referentemente a esta propuesta que me parece los docentes deberíamos de tener en cuenta y que posiblemente muy pocos realizamos ya sea por desidia o que no le damos la debida importancia serían los paseos culturales que constituyen una práctica pedagógica que retoma esta concepción educativa.


Llevar a los alumnos a museos, galerías, centros de cultura, teatros, ferias, plazas y eventos culturales, es fundamental para la apreciación del arte y de la cultura en su forma genuina, viva, original, además de ser un excelente medio para motivar a que después ellos acudan por iniciativa propia, a esos espacios. Recorrer las salas de un museo, escuchar un concierto, asistir a un espectáculo de teatro, sentarse en una banca de la plaza para conservar sobre la escultura que nunca ha recibido la debida atención, son actividades que abren los caminos para el disfrute y el placer que puede proporcionar el contacto con las manifestaciones culturales.


Ahora bien si en nuestro entorno en el que nos desenvolvemos no existieran lugares de esparcimiento cultural pues tocaría a nosotros realizar en nuestra comunidad escolar eventos culturales ya sea por semana o mes apoyándose con otras instituciones, retomando los domingos culturales, esa sería una opción.


Realizar la construcción de un museo escolar, haciendo figuras de barro o plastilina con los alumnos de todos los grados.


Estas actividades trascienden las cuatro paredes de los salones de clase y expresan una serie de valores culturales y sociales incluidos aquellos relativos al ocio.
Toda esta actividad revela que la persona está abriendo un espacio interior para el aprendizaje, que está dispuesta a disfrutar de esa experiencia compartida con sus compañeros y profesores.


Podemos entonces decir que se está caracterizando el placer estético como una sensación que se experimenta en todo el cuerpo, que ocurre a partir de una comunicación del sujeto con el ambiente por medio de los sentidos. El disfrute no es algo que se enseña, sino que se estimula. El educador crea situaciones para que ese proceso ocurra. Además de las salidas, otras prácticas como la lectura de imágenes, la apreciación de manifestaciones culturales, la lectura y producción de textos, las confecciones de objetos artísticos y las exposiciones de los trabajos de los alumnos y profesores también pueden propiciar experiencias estéticas en la escuela.


La estética se encuentra en la base del conocimiento humano, es una parte esencial del acto de aprender. Cuando tenemos la vivencia de un aprendizaje significativo buscamos un orden íntimo en las cosas, establecemos relaciones que produzcan sentidos, que originen una verdad. Y al apoderarnos de esa verdad encontramos la belleza. La búsqueda de la belleza se encuentra en la esencia del acto de enseñar y de aprender, en cualquier esfera del conocimiento humano, independientemente del contenido.


Hacer emerger la naturaleza estética del conocimiento presupone una relación de enseñanza y de aprendizaje que coloque a la experiencia humana en el centro del escenario pedagógico y que, desde ahí, sea capaz de reconocer la interacción entre las experiencias particulares y la experiencia común de la humanidad. El conocimiento se revela, de este modo como un eco de la propia experiencia que el sujeto ve desenvolverse para testimoniar, la experiencia humana universal.


La educación estética descubre la verdadera grandeza del ser humano, un modo de existencia esencialmente humano, alejado de la animalidad. En la cotidianidad de la escuela difícilmente tomamos en cuenta la experiencia estética, sin embargo, el aprendizaje de un contenido es, o debería ser una verdadera experiencia estética en la medida en que el diálogo entre Profesor y alumno deje espacio tanto para lo inteligible como para lo sensible.

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